En este sentido, el presidente de las 316.000 enfermeras españolas recuerda que tras conocer la noticia la institución se puso en contra radicalmente. “Una vez más, las administraciones vuelven a no escuchar a la profesión, ignorando nuestras demandas y continuando con un proceso totalmente innecesario como es la creación de una nueva formación, que invade competencias de profesionales que ya estamos formando anualmente en España”, apunta.

De hecho, estas preocupaciones ya se trasladaron a los responsables de la PNL, que hicieron oídos sordos a las palabras de las enfermeras. Durante una reunión en la que se encontraban el vicesecretario general del CGE, José Luis Cobos, y la diputada del PSOE María Luz Martínez, encargada de presentar la proposición en el Congreso, se explicó la situación. “Tuvimos que explicar lo que era una enfermera y qué competencias tenemos. La proposición denota que no se tiene ningún conocimiento de lo que es una enfermera y el trabajo que realizamos”, explica Cobos.

Asimismo, afirma que lo que expone esta PNL ya está contemplado en la Ley de Ordenación de las Profesiones Sanitarias (LOPS) como competencias de las enfermeras. “En la ley se dice que los profesionales que dirigen, evalúan y prestan los cuidados son las enfermeras y esta nueva titulación sólo recoge lo que ya existe. No podemos consentir que la falta de enfermeras en los centros sociosanitarios se utilice como justificación para crear esta formación. La solución es contratar enfermeras”, asevera.

“El abordaje global que necesita el sistema sociosanitario español no pasa por la creación de titulaciones nuevas. Existe un importante déficit de cuidados. Hay que apostar por las enfermeras como referentes en cuidados y no que más perfiles profesionales se sumen a un ecosistema nefasto donde prevalece la precariedad laboral, la ausencia de enfermeras -generalistas y especialistas en Geriatría- y la falta de control. Todo ello ha incidido de forma muy negativa en época de emergencia sanitaria, como esta pandemia que nos azota”, añade Pérez Raya.

En esta misma línea se muestra José Luis Cobos, que denuncia que este nuevo título no hace más que ir en detrimento tanto de las enfermeras como de las TCAE, que verían peligrar su puesto de trabajo. “Desde el Consejo General nos oponemos radicalmente a este título y presentaremos todas las alegaciones necesarias para que no se lleve a cabo la culminación de la norma y la creación de esta formación”, puntualiza Cobos.

Posible publicidad ilícita

Por otro lado, el Colegio de Enfermería de Córdoba también apoya la reciente denuncia del CGE ante los ministerios de Sanidad y Consumo del desprestigio profesional que suponen mensajes que menosprecian el trabajo de las enfermeras como el del anuncio publicitario que los laboratorios Life Length han colocado en distintos puntos del Metro de Madrid con el eslogan ¿Te han vacunado bien? para vender test de anticuerpos a la población.cartelpublicitarioweb

Desde la institución que representa a las enfermeras y enfermeros de España consideran un despropósito que empresas privadas anuncien sus servicios con mensajes de este tipo, en los que se desprestigia la gran labor que llevan haciendo las enfermeras españolas durante 6 meses para conseguir ser uno de los países del entorno con mejores ratios de inmunización contra el COVID-19 entre la población. «¿Qué quieren decir con que si nos han vacunado bien?, ¿acaso se está dudando de la profesionalidad de las enfermeras que han administrado ya más de 33 millones de dosis en nuestro país? Es inadmisible que se engañe a la gente con este tipo de mensajes. Sin duda, las enfermeras están vacunando bien y no podemos permitir que la población caiga en estratagemas como esta, que sólo buscan recaudar dinero a costa del miedo y la incertidumbre”, ha apuntado Florentino Pérez Raya, presidente del CGE.

Él mismo ha escrito de urgencia a la ministra de Sanidad, Carolina Darias, y al ministro de Consumo, Alberto Garzón, para pedirles que pongan solución a estos desatinos tan graves, que perjudican enormemente a las enfermeras. “No cabe duda de que nos encontramos ante una publicidad que relativiza y dota de un carácter superfluo a la vacunación emprendida por las autoridades sanitarias frente al COVID-19. Al mismo tiempo, genera inseguridad en los ciudadanos sobre su eficacia, en unos momentos de especial sensibilidad social, en los que emergen criterios y teorías negacionistas que ningún bien producen”, reza la misiva.

En este sentido, desde la institución explican que la referida publicidad podría ser considerada ilícita conforme a lo previsto en el artículo 3, letra d) de la Ley 34/1988, de 11 de noviembre, General de Publicidad, en consonancia con lo previsto en el artículo 6.1. del Real Decreto 1416/1994, de 25 de junio, por el que se regula la publicidad de los medicamentos de uso humano.

En consecuencia, las enfermeras instan a ambos ministerios a que adopten las medidas oportunas con la finalidad de que la referida publicidad sea modificada y adaptada a las previsiones legales en esta materia o, en su caso, retirada.

Pérez Raya resalta que la fiabilidad de las vacunas está totalmente probada por las instituciones encargadas y que se han demostrado los plazos y la cantidad de dosis que deben inyectarse para lograr la inmunidad. Por este motivo, Pérez Raya no cree necesario realizarse una de estas pruebas para conocer el grado de protección frente al coronavirus. “Las autoridades sanitarias no pueden consentir que se cree una falsa inseguridad entre la población. Las cifras avalan la vacunación y debemos seguir siendo conscientes de esto. Además, es importante que seamos conscientes de que cada cuerpo es un mundo diferente y generar o no anticuerpos no está ligado a que nos hayan vacunado bien o mal. Todas y cada una de las dosis están bien administradas, pero, tal y como los mismos laboratorios han publicado, la eficacia de las vacunas no es del 100% en todas las personas”, apunta Pérez Raya.