Desde el Colegio de Enfermería de Ourense se va a llevar a cabo un estudio de investigación longitudinal mixto y prospectivo cuyo propósito es profundizar en el conocimiento del impacto que los cambios de presión atmosférica puede tener sobre la capacidad física y psicológica del personal sanitario afectado por COVID persistente (long COVID).
La pandemia de COVID-19 no solo ha representado un desafío sanitario sin precedentes, sino que ha dejado una huella en quienes estuvieron en primera línea de atención. Un número significativo de profesionales sanitarios continúa experimentando síntomas prolongados que afectan a su calidad de vida y el desempeño de su actividad laboral. El COVID persistente plantea múltiples interrogantes aún no resueltos, entre ellos, la posible influencia de factores ambientales sobre la evolución de los síntomas físicos (fatiga, disnea, cefalea, dolores musculares, etc.) y psicológicos (ansiedad, depresión, niebla mental, entre otros).
El estudio tiene como objetivos:
Evaluar de forma sistemática y prospectiva la relación entre las variaciones atmosféricas en las distintas estaciones y la sintomatología en personal sanitario con diagnóstico de COVID persistente.
Identificar patrones clínicos y psicosociales que permitan mejorar el abordaje integral de estos pacientes.
El estudio se llevará a cabo bajo criterios éticos estrictos, con la correspondiente aprobación por el comité de ética de investigación y con total confidencialidad para los participantes. La metodología será mixta, combinando herramientas cuantitativas y cualitativas, en un seguimiento programado a 12 meses ( tiempo necesario para observar posibles cambios en el estado de salud de las pacientes relacionados con cambios de presión atmosférica).
Con la convicción de que este proyecto puede ser de gran interés, el Colegio de Enfermería de Ourense solicita colaboración para identificar posibles participantes en este estudio que reúnan los siguientes requisitos:
Ser profesional sanitario en activo o situación de baja laboral o con incapacidad permanente.
Haber sido diagnosticado de COVID persistente, con síntomas presentes al menos 12 semanas después de la infección aguda.
Estar dispuesto a participar en un seguimiento periódico durante 12 meses.