Precisamente, desde el Consejo General de Enfermería se ha trabajado de modo activo en una resolución -aprobada hace un año, gracias también a la colaboración con distintas sociedades científicas y disponible en la página web del Consejo General de Enfermería- que define claramente qué es una enfermera educadora en diabetes y ordena sus competencias. Para el presidente del Consejo General de Enfermería, Florentino Pérez Raya, “esta resolución nos permite afianzar y promover la presencia de enfermeras educadoras en diabetes. Hoy en día, los pacientes con diabetes pueden llevar una vida normal, pero para ello es preciso que la enfermedad esté controlada y eso sólo se consigue con la intervención de un profesional específicamente formado que pueda dedicarle el tiempo necesario para explicarle cuestiones clave para su día a día relacionadas con la medicación, pautas alimentarias, ejercicio físico… esenciales para evitar complicaciones que, en este caso, el de la diabetes, pueden llegar a ser muy graves, comprometiendo su vida o dando lugar a problemas muy serios como la ceguera, la amputación…”.
De todo ello, se ha hablado en el Ministerio de Sanidad, en el marco de una mesa redonda organizada por la Federación Española de Diabetes (FEDE) en la que ha participado Pilar Fernández, vicepresidenta del Consejo General de Enfermería. Con respecto a esta resolución, Pilar Fernández ha explicado cómo “nuestro objetivo en estos momentos es exigir a las autoridades sanitarias que se potencie la figura de las enfermeras educadoras en diabetes, esenciales en el cuidado de estos pacientes”.
En esta misma línea, se ha pronunciado el presidente de FEDE, Andoni Lorenzo, quien también ha demandado “más enfermeras educadoras en diabetes”. Y es que, como ha defendido, “el manejo de la diabetes se basa en tres conceptos: la medicación, el ejercicio y la alimentación. Podemos tener la mejor medicación y el mejor médico que si no tenemos una educación y no nos enseñan cómo administrarnos la medicina, cuáles son los alimentos más y menos saludables, cuál es el ejercicio que más nos conviene… no sirve de nada y para esto hace falta una enfermera, una enfermera que nos dedique tiempo”.
Educación y cuidados desde la infancia
En los últimos años, el número de personas con diabetes no ha dejado de crecer en todo el mundo. Hoy, se estima que la cifra a nivel global es de 425 millones, lo que equivale a una de cada once personas. A esto hay que añadir que la enfermedad debuta a edades cada vez más tempranas, otro motivo de preocupación añadido. En el marco de este encuentro, se ha criticado el que se tienda a restar importancia a la diabetes cuando sus consecuencias pueden llegar a ser muy graves y es que esta enfermedad se asocia a una eleva mortalidad, mayoritariamente de origen cardiovascular. Eso, sin contar complicaciones como la retinopatía diabética, principal causa de ceguera en nuestro país.
La buena noticia es, como aseguran los expertos, que en la mitad de los casos la diabetes es evitable porque va asociada a estilos de vida poco saludables que se traducen en obesidad. Para ello, ha hecho hincapié Pilar Fernández, “es esencial la educación en salud desde la infancia; por eso, necesitamos incorporar enfermeras escolares en todos los centros educativos”.
A esto se suma que cada vez hay un mayor número de niños con diabetes tipo 1 y esto supone una responsabilidad para los profesores que ni deben ni tienen por qué asumir. “No podemos dejar en manos de los profesores cuestiones relacionadas con el cuidado y la salud de los niños, sus competencias son otras y no podemos pretender que asuman unas funciones para la que no están preparados y que conllevan tanta responsabilidad. No es justo ni para los profesores ni para los niños y sus familias. Por ello, defendemos la presencia de enfermeras escolares en los colegios, enfermeras que puedan atender a los niños con diabetes tipo 1, pero también a todos aquellos que tengan una enfermedad crónica o que en un momento dado puedan sufrir un problema puntual”.
En esta misma línea, se ha manifestado Pilar Fernández, que ha hablado incluso de “discriminación”: “para asegurar el correcto cuidado y atención de estos niños durante su estancia en el colegio es imprescindible que haya enfermeras escolares. Además, debemos tener en cuenta que no hablamos solo de niños con diabetes sino de niños con muchas otras patologías que pueden requerir una atención específica y no contemplarla supone no sólo una discriminación frente al resto sino un acto de irresponsabilidad”.
La enfermera María Teresa Marí Herrero, vocal de la Sociedad Española de Diabetes, defendió esta postura con un claro ejemplo: “La insulina tiene una contraindicación muy importante que es la hipoglucemia. Si el maestro administra insulina a un niño y este después tiene un problema, el maestro no tiene ningún respaldo, ningún seguro sanitario, se va a la cárcel y eso tiene que estar muy claro. Necesitamos enfermeras escolares”.
Florentino Pérez Raya ha apuntado también que el papel de la enfermera escolar va más allá y es que “además de los cuidados en salud, la enfermera escolar es esencial para educar desde la infancia en hábitos saludables, hábitos relacionados con una correcta alimentación y con la prevención de otros que pueden comprometer su salud como el tabaquismo, el consumo de alcohol o la comida ‘basura’. Esa educación es clave para que tengamos una población más sana y, no cabe duda, redundaría en una reducción de las cifras de diabetes tipo 2, cuyo ascenso está claramente ligado a malos hábitos”.
También en este ámbito, desde el Consejo General de Enfermería se ha aprobado una resolución que ordena las competencias de la enfermera escolar y que asimismo está disponible en su página web.