Durante el encuentro, celebrado a petición de este colectivo con el fin de dar visibilidad al mismo, ambos enfermeros han explicado, entre otros temas, que la plantilla de Enfermería de la cárcel cordobesa no está cubierta en su totalidad. Una falta de cobertura que unida a la situación que va a sobrevenir, como ya está ocurriendo en otros centros penitenciarios ante la falta de personal facultativo, podría repercutir negativamente en las condiciones del trabajo diario; en dificultades para conciliar la vida laboral y familiar; y, lo que es más importante, en la propia calidad asistencial y cuidados que se ofrecen a los reclusos. Sumado todo esto, a que desde hace años: vacaciones, bajas de larga duración y licencias por conciliación familiar no se están cubriendo con contrataciones en ninguna medida.
Todo ello en un centro penitenciario que es de los que cuentan con mayor población reclusa de toda España, y donde en torno a la mitad de los internos sufren patologías crónicas, hay una prevalencia de enfermedades mentales cinco veces superior a la población general, y muchos reclusos están en tratamiento psicotrópico y/o con metadona que se dispensa a diario, según las estadísticas oficiales.
El Vicesecretario y la Vocal I de la Comisión Ejecutiva han trasladado a estos enfermeros todo el apoyo del Colegio, a la par que se ha acordado estudiar y seguir trabajando para la puesta en marcha de proyectos e iniciativas que repercutan en la mejora de las condiciones laborales, en la formación y en la visibilidad de este propio colectivo, tanto entre el resto de la enfermería cordobesa como entre la ciudadanía en general.
Desde la izquierda, José Miguel; el vicesecretario del Colegio, Rafael Martínez; Carla; y la Vocal I de la Ejecutiva, Sheila Pulgarín, al término de la reunión.
