Una parte de la comunicación expuesta en el Simposio Internacional por este grupo.
A raíz de esta participación, el presidente en funciones del Colegio de Enfermería de Córdoba, Enrique Castillo, ha mantenido este lunes una reunión con estas profesionales en la sede del Colegio cordobés, con el objetivo de intercambiar ideas, reflexiones e iniciativas que contribuyan a la implantación de la figura de la enfermera escolar, uno de los diez puntos del Decálogo justo e inaplazable de la Enfermería Cordobesa que fue presentado el pasado mes de enero por el Colegio, que recoge las principales reivindicaciones y demandas de las enfermeras de la provincia.
Todo ello en un momento en el que desde el Consejo Andaluz de Enfermería (CAE) también se sigue impulsando la implantación de la enfermera escolar, con la celebración de la segunda reunión el pasado viernes de la Plataforma #EnfermeríaEscolarYa, con, entre otras iniciativas, una campaña en Change.org, que ya cuenta con más de 2.000 firmas.
De igual manera, el Colegio cordobés ha querido realizar una pequeña entrevista a estas cuatro enfermeras cordobesas sobre su papel en el citado Simposium y su particular visión de la Enfermería Escolar, cuyo interés viene dado por considerar la escuela y el instituto «como el ámbito natural del niño o adolescente, al ser el lugar dónde más tiempo pasan», como ellas mismas afirman. La enfermera escolar complementaría la atención recibida desde los centros de salud mediante el Programa de Salud Infantil y Adolescente de Andalucía, resalta Isabel María Martín, que ejerce de portavoz de este grupo.
¿Cuáles son las ideas principales que han expuesto en el marco de su exposición en el citado Simposio Internacional?
Hemos querido poner en alza el valor de nuestra especialidad, la Enfermería Pediátrica, y resaltar que, con vistas a la creación de esta nueva figura de enfermería, el perfil profesional ya existe. Las enfermeras especialistas en Pediatría vía EIR reciben una formación regulada por el Ministerio de Sanidad y orientada a satisfacer las necesidades de la población entre 0 y 18 años de edad. Opinamos que si se desea implantar la Enfermería Escolar la solución no es crear un perfil nuevo y capacitarlo, sino emplear a enfermeras especialistas en Pediatría, y si éstas resultaran insuficientes, aumentar el número de plazas de formación en esta especialidad.
¿Qué Comunidades Autónomas de España están más avanzadas en esta materia, según vuestras investigaciones?
Sin duda, Madrid es la número uno respecto a la contratación de profesionales, sin olvidar que otras Comunidades Autónomas como Aragón, Extremadura, Castilla La Mancha, La Rioja y la Región de Murcia también cuentan con esta figura en los centros escolares, con diferente grado de implantación.
Desde vuestro conocimiento, ¿cuáles son las principales ventajas que podría aportar la puesta en marcha de la figura de la enfermera escolar?
Una de las principales ventajas es el poder educar en salud, que repercutirá en la creación de sociedades más conscientes de su responsabilidad sobre su estado de salud. Los factores de riesgo cardiovascular como la hipertensión arterial, problemas de sobrepeso u obesidad, diabetes mellitus tipo 2, el tabaquismo y el sedentarismo, entre otros, tienen su origen principalmente en los estilos de vida y éstos, en el 70% de los casos, se transmiten de padres a hijos, así como el desconocimiento de las consecuencias a largo plazo de la adopción de conductas como el no lavarse los dientes o el consumo excesivo de azúcar.
Aumentar la educación en salud desde la etapa infantil contribuirá al descenso de las enfermedades crónicas más prevalentes».
No se debe ver la Enfermería Escolar como un gasto, sino como una inversión en salud y un futuro ahorro en la necesidad de recursos sanitarios, ya que al aumentar la educación en el mantenimiento de la propia salud de los individuos desde la etapa infantil se contribuirá positivamente al descenso en la incidencia de las enfermedades crónicas más prevalentes -HTA, Diabetes Mellitus tipo 2, hipercolesterolemia, etc.- así como de sus complicaciones, las cuales suponen a día de hoy un gran coste para el sistema sanitario público. Cabe destacar, además, que en la sociedad actual encontramos un número creciente de niños con patologías de carácter crónico, intolerancias, alergias u otros problemas de salud para los cuales la figura de la enfermera escolar supondría una gran ventaja a la hora de poder atenderlos en el momento en que se presente cualquier tipo de complicación. Hoy por hoy dependen de profesores, monitores o de sus padres en caso de emergencia. Además, proporcionaría recursos a los niños para que aumenten su capacidad de autocuidados y control sobre su propio estado de salud.
La ratio adecuada debería ser una enfermera por cada 750 alumnos, y en caso de atender a menores con necesidades especiales, una por cada 350 niños».
Aunque la implantación de esta figura en España es aún anecdótica, y sin llegar al ideal de una enfermera por centro educativo, ¿qué ratio consideran que debería ser la adecuada de enfermera por número de alumnos?
Recomendamos las ratios propuestas por la Asociación Internacional de Enfermería Escolar, que son una enfermera por cada 750 alumnos, y en caso de atender a menores con necesidades especiales, sería una enfermera por cada 350 niños.
