Las enfermeras y enfermeros españoles han tenido un papel fundamental en la pandemia, demostrando su compromiso con la salud de los ciudadanos. Prestando una atención sanitaria decisiva en todo el Estado, con frecuencia muy por encima de sus posibilidades y aportando todo lo que pueden, tanto desde el punto de vista humano como profesional y personal, para procurar los mejores cuidados profesionales a quienes les necesitan. Un compromiso, de hecho, que les ha llevado incluso a jugarse la vida y la de los familiares con quienes conviven, al verse obligados a trabajar sin el material de seguridad necesario para protegerse del virus: trajes EPI, mascarillas, guantes, batas…
La visión y las propuestas de las enfermeras son esenciales para llevar a cabo una reconstrucción social con garantías de éxito, por su condición de expertas en los cuidados, en el manejo de enfermedades crónicas y población mayor, en salud laboral, en las necesidades específicas de los niños y adolescentes, en salud maternal y en todas las áreas asistenciales, sociosanitarias, de prevención y en la promoción de la salud.