Esta actividad se encuentra enmarcada dentro del proyecto de cooperación “Mejora de la cobertura, el acceso y la disponibilidad de los Servicios de salud sexual y reproductiva de calidad de colectivos vulnerabilizados en 10 comunidades rurales de Berkane (Marruecos)” financiado por la Agencia Andaluza de Cooperación.

La jornada ha estado dividida en varias ponencias. A lo largo de ellas, expertas de esta ONG han recordado que la salud es uno de los derechos humanos fundamentales para una vida digna y han puesto de manifiesto que, todavía a día de hoy, para muchas mujeres en situación de pobreza, el hecho de serlo les supone afrontar problemas que pueden poner en riesgo su vida. Y un claro ejemplo de ello es la maternidad.

Tal y como han resaltado desde EPM, la realidad socioeconómica en estos países hace que sea muy alto el número de mujeres que fallecen en el momento del parto al no poder acceder a un centro sanitario. Las causas, según han defendido, varían. En ocasiones, estas mujeres no tienen recursos sanitarios cerca y el desplazamiento a otros más lejanos es complicado, con medios de transporte muy limitados y carreteras en muy malas condiciones; otras, en cambio, la escasez de recursos económicos es lo que impide a las mujeres a acceder a unos cuidados adecuados.

Según ha resaltado Encarna Pinto, directora de EPM, “no podremos hablar de un desarrollo pleno y sostenible sin un buen estado de salud garantizado para todas las personas y en especial para las mujeres y niñas de los países empobrecidos”. Además, ha enfatizado en que, para ello, “es fundamental contribuir a que haya un mayor número de profesionales sanitarios y estén mejor formados”.

Escasez de sanitarios cualificados

Desde EPM se ha puesto de manifiesto que la falta de profesionales sanitarios cualificados en estos países es un factor que aumenta el riesgo para las mujeres tanto durante el embarazo como en el parto. Por ello, es necesario apoyar la formación de estos profesionales y fortalecer sus capacidades.

A lo largo de la jornada, las ponentes han dejado claro que el principal reto al que es necesario enfrentarse es el de reforzar los sistemas de salud pública de estos países, con el objetivo de que sean universales, equitativos, sostenibles, de proximidad y que pongan en el centro a las personas. De esta forma, mejorará de manera significativa la salud y el bienestar de las mujeres y las niñas y la población adolescente, y se reducirán las desigualdades.

Derecho fundamental

En la jornada, desde EPM y el Colegio de Enfermería de Córdoba han defendido la salud como un derecho humano fundamental. Gema Monteagudo, coordinadora de Educación para el Desarrollo de la ONG, ha manifestado que “no sólo la salud es uno de los derechos humanos fundamentales para una vida digna, además, es una prioridad de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) previstos en la Agenda 2030 de Naciones Unidas”.

Por su parte, Enrique Castillo, vicepresidente del Colegio de Enfermería de Córdoba, ha destacado que “como profesionales enfermeros y enfermeras, es nuestro deber conocer estas realidades y no mirar hacia otro lado”. Junto a ello ha resaltado que esta actividad “es una muestra más del compromiso del Colegio de Enfermería con la salud de las poblaciones más vulnerables, en este caso, con las mujeres de los países empobrecidos”.