— ¿Cuáles son las principales problemáticas de los profesionales de enfermería en Córdoba a día de hoy?
— Las principales cuestiones están recogidas en el ‘Decálogo justo e inaplazable de la Enfermería cordobesa’ que trasladamos a la opinión pública a principios de este año. Un Decálogo que se articula en torno a estas diez reivindicaciones y demandas: la necesidad de aumentar las plantillas de enfermeras, mejores condiciones laborales, mejores condiciones profesionales y el desarrollo efectivo y real de las especialidades de Enfermería, cambios en el modelo de carrera profesional, reconocimiento de un único grupo A, fin del ninguneo, mayor reconocimiento en el ámbito sociosanitario y en las residencias, más atención primaria y prevención, enfermería escolar y más plazas para estudiantes en la Facultad de Enfermería. Cuestiones todas ellas que, junto a otros temas, desde el Colegio Oficial de Enfermería de Córdoba no hemos cejado de denunciar y reivindicar en todas las instancias posibles, tanto a nivel local, como provincial y autonómico.
— ¿Cómo definiría la situación actual en la que se encuentran los enfermeros de Atención Primaria, Hospitalaria, y los que trabajan en residencias de mayores?
— En todos estos ámbitos la situación continúa siendo preocupante, porque la sobrecarga asistencial no disminuye, los medios no aumentan, y la presión y tensión se sigue acumulando, no solo por lo vivido en torno al COVID-19, sino por otras causas como la precariedad laboral y la falta de un verdadero reconocimiento profesional, más allá de los aplausos y los agradecimientos públicos. Los enfermeros cordobeses que trabajan en Primaria, hospitales y residencias siguen sin poder desempeñar su labor asistencial en las condiciones óptimas. En este sentido, el coronavirus ha puesto sobre la mesa la falta de planificación de la Administración sanitaria desde hace ya demasiados años, y ha sacado a la luz las carencias del sistema público sanitario cordobés y andaluz que aún parecen estar lejos de solucionarse.
— Ya a nivel más institucional, ¿qué balance hace de la labor desarrollada desde el Colegio durante el último año y medio en el que viene ejerciendo de Presidente en funciones?
— En el marco de las funciones y competencias del Colegio hemos continuado representando y defendiendo a los más de 4.500 profesionales enfermeros existentes en Córdoba, así como atendiendo sus necesidades y peticiones. Entre otros temas, hemos demandado en varias ocasiones los distintos puntos recogidos en el citado ‘Decálogo’ y mostrado siempre nuestra repulsa ante las agresiones a los sanitarios que todavía siguen produciéndose. A pesar de los avances registrados con el Plan de prevención y atención de agresiones para los profesionales del SAS, los datos de agresiones siguen siendo inaceptables, y desde el Colegio seguimos recordando a las enfermeras y enfermeros la importancia de denunciar los mismos y de comunicar los casos al Colegio, para que también la Organización colegial pueda presentarse como acusación particular en vía judicial. Asimismo, hemos ido incrementando, en la medida en que las limitaciones de la pandemia se han ido reduciendo, la oferta formativa de cursos y talleres que ofrece el Colegio. Ya de cara a la sociedad, hemos desarrollado campañas animando a vacunarse contra la gripe u ofreciendo consejos frente al COVID-19 o frente a las altas temperaturas, entre otras iniciativas. Y sin lugar a dudas los “Desayunos informativos de Educación para la Salud Córdoba Enfermera’, que venimos celebrando desde marzo de este año, han marcado un antes y un después en nuestra labor como colectivo de cara a la ciudadanía. Unos ‘Desayunos’ en los que hemos ofrecido, hasta la fecha, recomendaciones frente a los principales problemas de salud mental, problemas cardiovasculares, frente a patologías relacionadas con el verano como los golpes de calor y las quemaduras solares, además de fomentar un uso adecuado de los Servicios de Urgencias. Con esta iniciativa que comenzó a gestarse a finales del pasado año el Colegio y la profesión enfermera está dando respuesta a las principales preocupaciones de salud que tienen los cordobeses, a la par que evidenciamos el compromiso y preocupación por la salud de todos. Las enfermeras de Córdoba no solo quieren prestar la mejor atención y cuidados posibles, sino ser protagonistas principales en materia de prevención y educación sanitaria.
Sin lugar a dudas los ‘Desayunos informativos Córdoba Enfermera’ han marcado un antes y un después en nuestra labor como colectivo de cara a la ciudadanía”.
De igual manera, resaltaría la puesta en valor desde el Colegio de la importancia de la investigación enfermera que se realiza desde Córdoba y el trabajo de los EIR y los Doctores en Enfermería cordobeses, a los que recientemente les hemos realizado un reconocimiento en agradecimiento a su labor, con la entrega del nuevo carnet colegial de Doctor en Enfermería. Todo ello sin olvidar la importante labor solidaria que también se ha desarrollado, no sólo a través de las acciones formativas que vienen realizando los voluntarios de Solidaridad Enfermera Córdoba, sino a través de la campaña de recogida de alimentos y suministros sanitarios para Ucrania que realizamos en marzo en la sede colegial, complementada con la aprobación por parte del Colegio de 10.000 euros de ayuda para la población de este país. Todas estas cuestiones no dejan de ser reflejo del ‘Orgullo de profesión’ que siente toda la enfermería cordobesa, idea que también hace un año trasladamos al propio logo del Colegio -y que desde entonces coexiste con el escudo corporativo institucional- con el objetivo de enviar un claro mensaje a los colegiados y a toda la ciudadanía del valor que la profesión enfermera aporta a la sociedad.
Enrique Castillo junto a la directora gerente del Hospital Reina Sofía, Valle García, entre otros, durante el acto de firma de un convenio formativo con este hospital.
— ¿Qué resaltaría de las relaciones con otras instituciones y administraciones?
— Desde el Colegio seguimos dando siempre muestras de colaboración institucional y mantenemos el mayor contacto posible con las instituciones sanitarias, a pesar de que a veces hacen oídos sordos a nuestras demandas. Relaciones en el ámbito sanitario pero también en el ámbito socioeconómico, donde seguimos colaborando con el Plan Municipal de Reactivación Económica de Córdoba, por ejemplo. De los últimos meses destacaría el importante acuerdo que hemos firmado con el Hospital Universitario Reina Sofía, a través del cual estamos impartiendo talleres formativos de Reanimación Cardiopulmonar (RCP), abiertos y gratuitos para todos los colegiados interesados, trabajen o no en este hospital, o en el sector público o privado. Una iniciativa que responde al compromiso del Colegio por mejorar la seguridad en materia de salud de todos los ciudadanos y ofrecer la mejor formación posible a sus colegiados. También se han estrechado las relaciones con instituciones diversas como la Universidad de Córdoba o la Guardia Civil, cuyo Coronel Jefe de la Comandancia en la provincia, Juan Carretero, felicitó públicamente a las enfermeras con motivo del Día Internacional de la Enfermería el pasado 12 de mayo, en el transcurso de su propio acto de conmemoración del 178º aniversario de la fundación de este Cuerpo. Un ejemplo más de otras felicitaciones que también ha recibido la enfermería cordobesa.
— Sin olvidar el ‘Decálogo’, ¿cuál es el tema más acuciante de resolver para la Enfermería en el marco del sistema público sanitario andaluz? ¿Y en el ámbito del sector privado?
— Además de un sistema que garantice mejores condiciones profesionales y laborales y luche contra la precariedad, y estar encuadrados en un único grupo A de la Administración –y no en el A-2 como ahora-, seguimos insistiendo en la necesidad de adecuar las ratios enfermera-paciente, donde Córdoba y Andalucía continúan a la cola de España. En Córdoba hay tan solo 548 enfermeras por cada 100.000 habitantes, la 16ª provincia española con la ratio más baja, con poco más de la mitad de la media europea de los países de nuestro entorno. También queremos que se creen plazas para todas las especialidades, que sean ocupadas por los propios especialistas como ocurre en el caso de los MIR.
Seguimos insistiendo en la necesidad de adecuar las ratios enfermera-paciente, donde Córdoba continúa a la cola de España”.
Ya a nivel privado, y entre otros problemas, destaca la falta de personal en muchas residencias de mayores, junto a también unas condiciones laborales que son manifiestamente mejorables. Es necesario revisar los convenios de las residencias sociosanitarias. Debería existir una mayor equiparación entre la realidad de las enfermeras que trabajan en el ámbito público y en el privado; y en esta línea el Colegio ha vuelto a solicitar recientemente a la Consejería de Salud y Familias que la experiencia de las enfermeras en el sector privado sea reconocida por el Servicio Andaluz de Salud (SAS). La normativa actual que rige la Bolsa y las ofertas públicas de empleo debe ser modificada, porque estos profesionales también atienden a pacientes del sistema de salud público, y su experiencia profesional debe ser valorada justamente. Como he reiterado en diversas ocasiones, discriminar a las enfermeras en función de si trabajan en la sanidad pública, concertada o privada es injusto, ya que se trata de profesionales que realizan las mismas funciones, tienen la misma formación, y ofrecen los mismos cuidados de calidad.
— Con todo, llegado el verano el SAS vuelve a afirmar que no hay enfermeras y que las bolsas de empleo están vacías, ¿qué medidas podrían ponerse en marcha para evitar esta situación?
— La principal solución es un sistema de contrataciones adecuadas, estables y mejor retribuidas, contrataciones dignas tanto en duración como en retribuciones que acaben con los contratos precarios. Hay que estabilizar las plantillas para acabar con el alto porcentaje de interinidad y rotación, y evitar la fuga de enfermeras a otras Comunidades Autónomas o países. La bolsa de empleo de contratación del SAS debería ser más accesible y ágil, y abierta a la experiencia de los profesionales del sector privado.
Durante la presentación del ‘Decálogo justo e inaplazable de la Enfermería Cordobesa’ a principios de este año.
– ¿Qué le pediría al nuevo Consejero o Consejera de Salud de la Junta de Andalucía? (Al cierre de esta entrevista se hacía público que el hasta ahora Consejero, Jesús Aguirre, presidirá el Parlamento andaluz, y aún no se conocía el nombre del nuevo titular andaluz de Salud).
– Al futuro Consejero o Consejera, como al resto de políticos, yo les pediría coherencia, como he dicho públicamente en más de una ocasión, Que se cumpla el citado ‘Decálogo’ y que se pasen de las buenas palabras a los hechos.
– ¿Y qué opina de la aprobación por parte del Gobierno de Pedro Sánchez de la modificación del Estatuto marco del personal estatutario de los servicios de salud que, en teoría, hará fijos a 67.000 sanitarios del Sistema Nacional de Salud y reducirá la tasa de temporalidad laboral?
– A priori, es positivo que el Gobierno dé pasos para acabar con la temporalidad en la sanidad, aunque habrá que ver cómo se concretiza esta modificación en el conjunto de España y en Andalucía. Para las enfermeras y enfermeros que trabajan como eventuales e interinos, con contratos temporales por días o por semanas, sin ningún tipo de estabilidad laboral, es una buena noticia que, por fin, se intente acabar con la enorme precariedad que registra nuestro sistema sanitario. Además, hay que recordar que la temporalidad también perjudica a los pacientes, porque la concatenación de contratos temporales dificulta tanto la continuidad asistencial, como la calidad de los cuidados. En cualquier caso también conviene recordar que este proceso de estabilización no supone la creación de ningún puesto de trabajo nuevo, con lo que la falta de enfermeros y enfermeras continuará, más allá de que haya mayor o menor estabilidad laboral.
Encuentro con estudiantes de cuarto curso de Enfermería en la Facultad cordobesa.
— Por otro lado, ¿cuáles están siendo las principales inquietudes que trasladan los colegiados a la institución?
— Pasados ya los momentos más complicados del COVID-19, entre las principales inquietudes se encuentra la citada necesidad de estabilidad en el empleo y acabar con la precariedad laboral. También cuestiones como los concursos de traslados y la no baremación de la experiencia profesional en hospitales privados y concertados en las oposiciones y ofertas de empleo públicos. Asimismo, cada vez hay más inquietud por cuestiones relacionadas con la investigación y la carrera profesional, de ahí la puesta en marcha en el Colegio este año de la nueva Asesoría de Investigación y de Acreditación y Carrera profesional, como un nuevo servicio gratuito para todos los colegiados.
— Ya de cara a lo que resta de 2022, ¿qué principales proyectos e iniciativas tiene el Colegio de Córdoba sobre la mesa?
— Seguiremos impulsando la profesión en todos los sentidos, dando voz a los enfermeros y visibilizando, entre otros temas, la necesidad de mejores condiciones profesionales, las especialidades, la labor investigadora, y el trabajo que hacen los profesionales tanto del sector público como del privado. Asimismo, continuaremos colaborando con las administraciones que nos lo soliciten. Todo ello sin olvidar la convocatoria de nuestro Premio Científico ‘Enfermería Cordobesa’, a nuestro nuevo Club de Jubilados, a nuestra Área Joven, y la formación de calidad, donde continuaremos ofertando cursos de experto universitario y de formación continuada y talleres formativos, tanto bajo modalidad on-line como presencial. Por supuesto, continuaremos reivindicando el ‘Decálogo de la Enfermería cordobesa’ y celebrando más ‘Desayunos informativos’, que llevaremos también a otros puntos de la provincia. Por último, seguiremos trabajando para que el nuevo Centro de Formación ‘Florence Nightingale’ – Colegio Oficial de Enfermería de Córdoba sea una realidad en el menor tiempo posible, con vistas a que este futuro centro formativo y de servicios del Colegio esté plenamente operativo desde inicios del próximo año, ofreciendo nuevas posibilidades a todos los colegiados.
