El trabajo recoge la opinión de más de 3.000 enfermeras andaluzas y en él se encuentran representadas todas las provincias, atendiendo a su peso en el marco de la comunidad autónoma. Los investigadores han garantizado el anonimato a todos los encuestados, entre los que se encontraban tanto enfermeros asistenciales de a pie como directivos de toda índole dentro del sistema sanitario andaluz, en un ejercicio de autocrítica sin precedentes.

Entre los resultados correspondientes a las enfermeras y enfermeros de Córdoba destaca el grave deterioro que han percibido en los últimos años en lo referido a carga de trabajo asistencial: el 90,2% considera que ésta ha empeorado. En cuanto a retribución, el malestar afecta a casi el 75%, que afirma que se ha deteriorado. Al preguntar por las oportunidades de desarrollo profesional, el 36% asegura que estas han ido a peor.

De otro lado, la mayoría de estos profesionales cree que su imagen ante la sociedad no ha mejorado en los últimos años o incluso que ha empeorado: así lo percibe más del 75%. Algo similar sucede cuando se les pregunta por la valoración que creen que tienen por parte del resto de profesionales sanitarios o por el reconocimiento de sus pacientes: casi el 80% y más del 70%, respectivamente, perciben que la situación no ha mejorado o se ha deteriorado. También observan que sus competencias no han evolucionado positivamente o, una vez más, están peor que hace años: 65,3%.

Florentino Pérez Raya, presidente del Consejo Andaluz de Enfermería (CAE) y del Colegio Oficial de Enfermería de Córdoba, ha valorado muy negativamente los resultados obtenidos: “este estudio pone de manifiesto que la enfermería andaluza se encuentra en una situación insostenible que llevamos arrastrando años. Y de todos los datos, me preocupan especialmente aquellos que pueden afectar directamente a los pacientes como son el índice de sobrecarga asistencial que estamos sufriendo, teniendo que asistir a muchos más pacientes de los recomendados por las instancias científicas, o el índice de satisfacción con los recursos materiales, dos variables que afectan de lleno a la calidad de la sanidad y a la seguridad de los pacientes

Una situación insostenible a la que hay que poner freno inmediato

Pérez Raya ha valorado también estas cifras relativas a la situación laboral y profesional que soportan las enfermeras tanto en Córdoba, en particular, como en toda la Comunidad Autónoma, en general, afirmando que “roza la ilegalidad”. Para el presidente del CAE y del Colegio de esta provincia “es imprescindible que se adopten medidas inmediatas para subsanar esta situación; la Consejería de Salud y Familias no puede seguir pidiendo a la profesión sanitaria -que está sacando adelante la asistencia hospitalaria en Andalucía y en toda España- que mantenga las preocupantes condiciones que se han puesto de manifiesto en este estudio. Condiciones que son del todo insostenibles en lo que respecta a reconocimiento profesional, salario, turnos, horas extra o carga de trabajo. Vamos a unir fuerzas con organizaciones de pacientes, sindicatos, sociedades científicas y universidades para acabar de una vez por todas con esta situación”.

Mejora la relación con los médicos

De entre todos los parámetros analizados, sólo en uno hay más enfermeras que piensan que la situación ha ido a mejor con respecto a las que aseguran que ha ido a peor: la relación con los médicos. Aun así, tampoco hay grandes diferencias: 22,4% vs 18,9%, respectivamente. El grueso lo conforman casi un 67% de las que no ven que haya habido cambios al respecto.

Peor que en otras CC.AA.

Los resultados del estudio ponen también de manifiesto que las enfermeras encuestadas se muestran profundamente pesimistas en lo que respecta a su situación profesional y laboral en comparación con el resto de Comunidades Autónomas. En el caso de Córdoba, el 89,9% considera que su retribución es peor. Percepción muy parecida es la que se refiere a la carga de trabajo, aspecto en el que el 78,9% de las enfermeras y enfermeros cordobeses encuestados asegura estar en clara desventaja. El 72,9% percibe también un agravio comparativo si hablamos de estabilidad en el empleo, agravio que manifiestan casi el 60% cuando se trata de reconocimiento en los centros de trabajo y oportunidades de formación.

Satisfacción

Las enfermeras fueron preguntadas también por su satisfacción global con distintos aspectos de su trabajo. En una escala de 0 a 5, donde la mayor puntuación se corresponde con mayor satisfacción, lo parámetros mejor valorados por los profesionales de enfermería de Córdoba fueron las relaciones con los pacientes (3,91), con los auxiliares de enfermería (3,79), con los familiares del enfermo (3,54) y con los médicos (3,36). Por el contrario, los que obtuvieron puntuaciones más bajas fueron: el salario (2,18), las posibilidades de promoción (2,35), los recursos materiales disponibles (2,50) y la estabilidad en el empleo (2,78). La satisfacción global de las enfermeras fue de un 3,22, exactamente igual a la media obtenida en toda Andalucía.

Demandas de la profesión

Las enfermeras encuestadas han valorado también cuáles son sus principales demandas y reivindicaciones de cara a la administración pública. Cabe señalar que la principal es la adecuación de la ratio enfermera/paciente a la media española. En este sentido, no hay que olvidar que Andalucía, con 459 enfermeras por cada 100.000 habitantes, tiene un 21,5% menos de profesionales que la media de España y es la segunda peor Comunidad Autónoma del país (sólo por delante de Murcia con 430), muy lejos de las primeras que son Navarra, País Vasco y Castilla y León con 868, 754 y 689, respectivamente.

Los encuestados también solicitan de forma masiva que la administración introduzca los mecanismos necesarios para garantizar que las enfermeras y enfermeros ocupen los puestos directivos específicos de su área de cuidados (8,01 sobre 10). A este respecto, cabe señalar que se les ha pedido que valoren el reciente nombramiento como director general de cuidados de una persona sin titulación enfermera, concretamente, un educador social. Su opinión es contundente porque 6 de cada 10 profesionales se posicionan en contra (el 63,7% lo considera una ofensa grave a su profesión y el 27,1% una falta de consideración que no habría ocurrido de tratarse de otras profesiones sanitarias) frente al 9,1% que entiende que se trata de una decisión política donde se ha elegido a una persona de máxima confianza.

Otra de las grandes preocupaciones de los profesionales enfermeros andaluces es la necesidad de asegurar el marco legal de la práctica enfermera diaria, es decir, la necesidad de impulsar la legislación para dar plena seguridad jurídica a las actuaciones asistenciales que vienen haciendo en los centros sanitarios y asistencia domiciliaria y de emergencias. Cabe recordar que la enfermería está viviendo un desarrollo profesional importante con una carrera universitaria de cuatro años, siete especialidades y la capacidad de prescribir medicamentos y productos sanitarios. Sin embargo, los profesionales creen que la legislación no les da suficiente amparo para poder realizar todo su potencial asistencial en beneficio de los pacientes.

Otras de las demandas prioritarias de las enfermeras cordobesas son:

  • La necesidad de que el SAS implante de forma real y efectiva todas las especialidades de Enfermería (8,04 sobre 10).
  • Que se estabilicen las plantillas, acabando así con el alto porcentaje de interinidad (8,51) y fomentar, proteger y apoyar la investigación enfermera (7,91).
  • La actualización de las retribuciones a la media nacional (con una nota de un 8,80 sobre 10).
  • Mejorar la cobertura de los periodos vacacionales y otras situaciones de ausencia o permisos (8,80). Facilitar un recorrido más accesible y realista a los niveles IV y V de la carrera profesional del SAS para la enfermería de base (8,01).

Córdoba, en la media de Andalucía

A pesar de los datos, Córdoba no es de las comunidades más pesimistas con respecto a la evolución de la profesión enfermera en los últimos años. De hecho, se encuentra en la media. El ranking de la percepción negativa está encabezado por Málaga, seguido de Almería y Sevilla. Los más positivos, por su parte, son Cádiz, Granada y Jaén.

Ante un panorama como este, marcado por unas condiciones precarias, Florentino Pérez Raya ha reconocido el importantísimo esfuerzo que las enfermeras están llevando a cabo para dotar de los mejores cuidados posibles a sus pacientes demostrando, una vez más, que “pacientes y ciudadanos son y serán siempre nuestra prioridad absoluta”.