Montero tenía 63 años y en la actualidad era enfermero del centro de salud Carlos Mestre de Puertollano, destinado en Hinojosas de Calatrava. Tras conocer la noticia, el presidente del Consejo General de Enfermería, Florentino Pérez Raya, ha querido mandar un mensaje de aliento a sus familiares, compañeros y amigos para darles el pésame por tan triste noticia. “En nombre de los 307.000 enfermeros y enfermeras de España, queremos trasladar nuestro más sincero pésame y mandar un fortísimo abrazo a todos sus allegados. Esta pérdida vuelve a teñir de luto a la familia enfermera y no podemos sino honrarle y agradecerle su trabajo y su vocación de servicio a los demás. Nunca olvidaremos a esos compañeros y compañeras que han caído víctimas de esta epidemia que nos azota por anteponer la salud de los demás a la suya propia, aun cuando muchos de ellos se han visto obligados a enfrentarse al virus sin las medidas de protección adecuadas”.
“Tal y como me ha trasladado el presidente del Colegio de Enfermería de Ciudad Real -y del Consejo de Colegios de Castilla-La Mancha, Carlos Tirado, la muerte de Pepe Montero ha supuesto un duro golpe a la enfermería de la provincia ya que se trataba de un hombre muy querido y apreciado por su valía profesional y humana. La Organización Colegial de Enfermería siempre le recordará al igual que al resto de compañeros de Vizcaya, Jaén y Madrid que también han muerto a causa de la infección, así como a la joven enfermera que perdió la vida en Marbella cuando se dirigía a trabajar al hospital”, añade Pérez Raya.
Montero comenzó su carrera profesional en el Centro de Salud I de Puertollano donde fue durante unos años coordinador de Enfermería. Posteriormente ejerció su labor en Torralba de Calatrava hasta que aprobó la oposición de APD y tomó plaza en su destino actual. Durante algunos años trabajó como subdirector de enfermería del área de Puertollano y últimamente, además de su trabajo en Hinojosas de Calatrava, era el coordinador del PAC de Puertollano.
El presidente de los enfermeros exige a los responsables políticos “que doten a los profesionales sanitarios de los medios de protección necesarios que minimicen las posibilidades de contagio -que siempre existen- para que no haya que lamentar la muerte de ningún otro profesional sanitario ya sea enfermera, médico, técnico en cuidados auxiliares de enfermería, celador o cualquier otro. Somos el país del mundo con mayor número de profesionales contagiados, más de 37.000 -el 18% del total de infectados- y, aun así, estamos convencidos de que hay muchos más de los que constan en las cifras oficiales porque hay numerosos casos que no tienen confirmación, ni por test, ni por clínica. Todo ello es inadmisible».
La Organización Colegial de Enfermería desea que no haya que lamentar ninguna baja más de un profesional que lucha en primera línea contra la pandemia que ha paralizado el mundo. Quiere agradecer el esfuerzo impagable de todas las enfermeras y enfermeros que luchan por la vida de cada paciente, que doblan turnos, han cambiado de centro o rol para dar salida a las acuciantes y cambiantes necesidades de personal, a los jubilados y estudiantes que no han dudado en ofrecerse voluntarios… A todos ellos los anima a no bajar los brazos ya que, entre todos, la batalla está más cerca de tocar a su fin, aunque haya que lamentar pérdidas irreparables por el camino. Esperamos que la de José Montero sea la última.