La mayoría de los grupos políticos en el Congreso ven necesaria la figura de la enfermera y mejorar su regulación en el sistema de salud.

13 de febrero de 2024.

La última reunión de la Comisión de Sanidad del Congreso de los Diputados celebrada el pasado 26 de enero acogió la comparecencia de la ministra de Sanidad, Mónica García, que a petición propia, y del resto de grupos parlamentarios, acudió para informar sobre las líneas generales de la política del Ministerio. En este contexto, la mayoría de los grupos políticos coincidieron en resaltar la figura de las enfermeras y en la necesidad de mejorar su regulación en el sistema de salud.

En concreto, la ministra apostó por dar más protagonismo y competencias a las enfermeras, y por reforzar la Atención Primaria, un nivel asistencial que «no es la puerta de nada, es la columna vertebral de todo nuestro Sistema Nacional de Salud, de todo nuestro sistema sanitario», afirmó. Asimismo, Mónica García defendió mejorar las condiciones laborales de los sanitarios, ya que «no sirve de nada formar profesionales si luego no desean quedarse en su puesto de trabajo».

Por su parte, desde el grupo parlamentario del PP le preguntaron cómo va a hacer realidad el reconocimiento del grupo A1 a la Enfermería, mientras que Podemos defendió el aumento de la ratio enfermera-paciente y recuperar la Iniciativa Legislativa Popular (ILP) para fijar ratios mínimas, que finalmente no fue tramitada en la pasada legislatura. Desde ERC se instó al Ministerio a resolver el problema de la acreditación de las especialidades de Enfermería, y el PSOE -en sintonía con la ministra- volvió a defender el rol de las enfermeras especialistas en Familiar y Comunitaria en Atención Primaria.

A continuación, se ofrece un extracto de las distintas intervenciones de la ministra y portavoces de grupos parlamentarios que hicieron referencia a las enfermeras, según el Diario de Sesiones del Congreso de los Diputados.

Ministra de Sanidad, Mónica García:

«Si hablamos de orgullo hablamos también de profesionales sanitarios. Si hablamos de recuperar el orgullo, hablamos de que estos profesionales sanitarios sientan como un motivo de orgullo trabajar en nuestra sanidad pública. No podemos obviar que hay un problema estructural de recursos humanos duramente agravado con la pandemia, y el camino que se viene siguiendo desde el año 2018 es el correcto. La semana pasada, sin ir más lejos, se celebró la oferta de empleo público de salud más grande de la historia. Fueron ofertadas un total de 11.607 plazas de formación sanitaria especializada, un total de 8.772 plazas para medicina, 2.108 de enfermería, un refuerzo muy importante en la atención primaria con 2.492 plazas para medicina familiar y comunitaria y 891 de enfermería familiar y comunitaria. Pero este Ministerio de Sanidad no es ingenuo; sabemos que esto no es suficiente para cubrir la carencia de profesionales sanitarios de nuestro país, y por eso vamos a abordarlo siguiendo el marco de acción sobre el personal sanitario y de cuidados de la región europea de la OMS adoptado en el Comité Regional de Astana en octubre de 2023, que consta de cinco objetivos: retener y atraer, formar profesionales, optimizar el desempeño de los profesionales, invertir y planificar. Pero aquí, si me lo permiten, tenemos que ser claros: no sirve de nada formar profesionales si luego no desean quedarse en su puesto de trabajo por sus condiciones laborales.

En relación con los profesionales, paso a hablar de otra de las prioridades fundamentales de este ministerio, que es la Atención Primaria. La Atención Primaria no es la puerta de nada, es la columna vertebral de todo nuestro Sistema Nacional de Salud, de todo nuestro sistema sanitario. Sus principios fundamentales -la longitudinalidad, la accesibilidad, la atención continuada y la atención comunitaria- son el alma de nuestro modelo de salud y la mejor receta de futuro después de las enseñanzas de la pandemia. Señorías, necesitamos adoptar un cambio de enfoque que conciba la Atención Primaria no meramente como la atención a la enfermedad y al cuidado, sino como un compromiso activo con la prevención y con el cuidado y donde las enfermeras, además, tengan un papel más destacado. La Atención Primaria tiene que ser protagonista de este cambio».

Portavoz del grupo del PP, María del Mar Vázquez:

«No solamente faltan especialistas y profesionales de muchas categorías, a los que además hay que dar respuesta; a su puerta llaman también los enfermeros, que no solamente faltan en número, sino que le andan reclamando la categoría A1. Pero, claro, la categoría A1 también en materia retributiva, y aquí viene de nuevo la cuestión económica. ¿Cómo se va a hacer? ¿Va a haber una dotación específica, si es que decide darle respuesta favorable a esta petición? ¿Va a haber un incremento presupuestario a las Comunidades o, como se dice en Málaga, usted invita y paga otro? ¿Cómo se va a hacer? ¿Hay presupuesto para esto o solamente vamos a poder reconocerlo teóricamente? ¿Cuál va a ser el plan para la homologación de las titulaciones universitarias para personal extranjero, que además no solo se va a dar en los sanitarios, sino que va a ocurrir en otras ramas que necesitan también cualificación?»

Portavoz del Grupo mixto Podemos, Javier Sánchez:

«Otro tema importante para Podemos es la salud mental. Nuestro país, como sabe, invierte la mitad que la media de la Unión Europea en esta materia. Nos faltan centros y hospitales de día, unidades de salud mental comunitarias y, sobre todo, profesionales. En España tenemos seis por cada cien mil habitantes, cuando la media europea es de dieciocho por cada cien mil. Tenemos, por tanto, una diferencia de tres veces menos profesionales. Como sabe, Unidas Podemos registró una Ley de salud mental en la anterior legislatura que contó con un amplísimo respaldo de este Congreso -194 votos-, pero el Partido Socialista no permitió que se tramitara en tiempo y forma. Esa proposición planteaba cosas tan básicas como aumentar las ratios y fijar un mínimo de dieciocho especialistas en psicología y psiquiatría por cada cien mil habitantes, así como establecer una ratio mínima de veintitrés enfermeros por cada cien mil habitantes. Nosotros vamos a volver a plantear esa proposición de ley en el Congreso, pero nos gustaría preguntarle si el ministerio también va a encargarse de la tarea de fijar esas ratios mínimas. Por supuesto, compartimos con la ministra -ella ha incidido bastante en este tema- una preocupación fundamental por la situación en la que están trabajando nuestros profesionales sanitarios y en cómo estabilizar las plantillas. Nos alegramos, por ejemplo, de que la huelga de las enfermeras de Cataluña se haya zanjado con una victoria parcial, podríamos decir, y se les hayan reconocido derechos como el de la desconexión digital. Queda, sin embargo, todo el tema que están planteando de la reclasificación de todo este cuerpo en el grupo A1, lo que tiene que ver con las competencias del Gobierno. En Podemos apoyamos esta petición, y nos gustaría saber qué valoración hace su ministerio y si también lo va a apoyar. En relación con este tema, creemos que también sería un buen momento para recuperar la ILP de Enfermería, que fue aprobada por amplia mayoría en la legislatura pasada, pero que quedó pendiente de la tramitación, y fijar esa ratio mínima de enfermeras por cama. Nos gustaría saber si el ministerio va a transitar en esta dirección».

Portavoz del Grupo de ERC, Inés Granollers:

«Ante todo, celebramos que estén de acuerdo en el reconocimiento del sector de la Enfermería, en el reconocimiento del cambio, un cambio muy importante, de la asignación de la categoría profesional de las enfermeras y de otros profesionales sanitarios. Es un elemento, como ya se ha dicho, clave en las reivindicaciones del sector de la Enfermería y desde la Consejería de Salud de la Generalitat de Cataluña y nuestro grupo parlamentario pensamos que tienen toda la razón y les vamos a brindar nuestro apoyo, porque esto depende de este Ministerio. Y también tenemos que resolver las dificultades en la acreditación de las especialidades de las enfermeras. Hay enfermeras especialistas sin título oficial y esto no puede suceder más. Esto es competencia de la Administración General del Estado».

Portavoz del grupo del PSOE, María Carmen Castilla:

«En cuanto a Atención Primaria, es uno de los objetivos fundamentales del Gobierno central, y no vamos a decir que no. Sé que muchos de ustedes lo conocen al dedillo y se lo han estudiado, pero yo lo recuerdo, porque fue el 15 de diciembre de 2021 cuando se desarrolla ese Plan de Acción de Atención Primaria 2021-2023. Una de las cosas fundamentales en política de personal es, por fin, aceptar que tenemos que cumplir con las directivas europeas, y estamos hablando de la temporalidad en el Sistema Nacional de Salud, y no solamente en el Sistema Nacional de Salud, pues el acuerdo también fue para todos los empleados públicos, y sé que vamos a conseguir bajar de ese 8 % de temporalidad, así como consolidar el rol de los enfermeros y enfermeras especialistas en familia en la atención primaria, porque la labor de los enfermeros y las enfermeras es muy importante. También, se ha puesto en marcha el Plan MINAP, que a algunos no sé si les sonará, pero es para la mejora de las infraestructuras en Atención Primaria, que supondría nada más y nada menos que una inversión sin precedentes de cerca de 500 millones de euros para la construcción y renovación de los centros de salud y consultorios desplegados por todo el territorio».

Ministra de Sanidad, Mónica García, en su segundo ronda de intervención:

«Se ha hablado mucho sobre el problema que tenemos del abandono de la vocación. La semana pasada estuvieron los MIR, los BIR, los FIR, los PIR y los EIR presentándose al examen. A esta gente, que va a ser el futuro de nuestro Sistema Nacional de Salud, le hemos exigido unas notas de corte para entrar en la facultad muy altas; una vocación previa para poder llegar a tener esas notas; una carrera larga, intensa y extenuante; una preparación de un examen también muy exigente, y ahora van a empezar -muchos de ellos ya han empezado- una formación, la formación en su especialidad. Cuando terminen todo ese recorrido, que efectivamente es de diez años -formar un profesional conlleva diez años, es una inversión de todo el país, y es un talento que no podemos perder-, no podemos ofrecerles contratos de meses, no podemos ofrecerles temporalidad, no podemos ofrecerles agendas de sesenta pacientes, no podemos ofrecerles burocracia, no podemos ofrecerles una serie de cuestiones que hacen que nuestra Atención Primaria cada vez sea más débil, y nos tenemos que poner a trabajar en todos esos aspectos, porque es un aspecto multifactorial.

En estos días que hemos propuesto la autojustificación de las enfermedades leves durante los primeros tres días, hemos recibido críticas sobre la improvisación y sobre la falta de aterrizaje de esta medida. Bueno, en esta medida se lleva trabajando más de diez años e, insisto, a los profesionales que dentro de unas semanas elijan la especialidad de Medicina Familiar y Comunitaria les tenemos que garantizar y asegurar que, cuando salgan, todos sus actos clínicos van a tener el valor que tiene un acto clínico de la relación entre un médico y un paciente, que no es la burocracia, que no es solucionarles la burocracia a los pacientes ni a los ciudadanos, es solucionarles sus problemas de salud. Entonces, de aquí al futuro, tenemos que ponernos a trabajar en muchas cosas que tienen que ver con las competencias de las enfermeras, también con los administrativos de Atención Primaria, con la vinculación de la población con la atención primaria. Porque hay una cosa que rompe la relación médico-paciente, que para los que somos profesionales es sagrada: una, tener a un profesional con malas condiciones laborales. Y, dos, que los pacientes puedan recurrir a su médico de Atención Primaria, a su médico de toda la vida, en tiempo y forma. En el momento en el que tú le das una cita a un paciente dentro de una, dos o tres semanas has roto completamente esa relación, esa vinculación, esa accesibilidad a nuestro primer escalón.

Reconocemos, cómo no, el papel de la Enfermería. Creo que todos los que estamos en el ministerio reconocemos el papel multiplicador que tienen los equipos multidisciplinares, y vamos a poner especial énfasis también en reconocer y aumentar las capacidades. Creo que tenemos una Enfermería maravillosa, excelentemente formada, que puede hacerse cargo de más cosas. También creo que tenemos que regular toda la recatalogación de todas las categorías, también del sector de la Enfermería, así como la especialización. Creo que tenemos que sentarnos, poner en el mapa las diferentes especialidades, las diferentes áreas de competencias, los diferentes diplomas y volver a reevaluar, de alguna manera, qué cosas son las que han funcionado, las que no han funcionado y cuáles son aquellas categorías que se han quedado sin respuesta a la evolución de su propia profesionalización».