«Las enfermeras andaluzas han mantenido la misma excelencia y profesionalidad en los momentos más duros de la crisis sanitaria. Pero han ido más allá, humanizando la atención, apoyando, acompañando y asesorando a los pacientes y sus familias más que nunca en sus necesidades, y dándoles el timón, a través de la educación sanitaria, para que sean protagonistas de sus propias vidas”.
Enfermería y discapacidad
La enfermería cumple un papel muy necesario en el desarrollo de las personas con algún tipo de discapacidad. Una labor que abarca el cuidado autónomo y colaborativo del paciente, incluyendo actividades para la promoción de salud, prevención de enfermedades y educación sanitaria, esenciales para la calidad de vida de los pacientes con discapacidad. Una función que, en ningún caso, se podría llevar a cabo correctamente sin una exhaustiva valoración inicial del mismo.
Por su parte, las enfermeras andaluzas realizan un abordaje intensivo colaborando también como equipo interdisciplinar en el diagnóstico diferencial de los pacientes. Además, trabajan desde la intervención, el apoyo, el acompañamiento y asesoramiento a su entorno, manteniendo en todo momento una visión psicosocial del paciente.
En concreto, el objetivo final de enfermería es favorecer que todas las necesidades del individuo y su entorno queden cubiertas, fomentando el autocuidado del propio paciente y ofreciendo pautas de educación para la salud en todo lo relacionado con cuidar al cuidador y poder ayudar al paciente a conseguir una vida plena.