La Asociación Española de Enfermería de Salud Mental (AEESME) elabora el informe ‘Trabajando por la Salud Mental de niños, niñas y adolescentes’, que analiza la situación actual en torno a temas como los trastornos de la conducta alimentaria, la prevención de autolesiones, las adicciones a sustancias y los trastornos de la conducta.
23 de enero de 2025.
La Asociación Española de Enfermería de Salud Mental (AEESME), altamente preocupada por la actual situación acerca de la salud mental de la población infanto-juvenil en España, congregó en torno a su reciente IV Conferencia Estatal de Enfermería de Salud Mental, celebrada en la Universidad de Barcelona el pasado mes de noviembre, a un grupo de profesionales expertos para analizar la situación epidemiológica, sociocultural y necesidades en relación a los malestares psicoemocionales y problemas de salud mental en este estrato poblacional.
Resultado de este trabajo grupal ha elaborado el informe ‘Trabajando por la Salud Mental de niños, niñas y adolescentes’, que recoge los retos y desafíos para el abordaje de las demandas de atención y cuidados enfermeros de Salud Mental con menores, adolescentes y sus familias. En concreto, el informe recoge un análisis de la situación articulado en torno a los temas que fueron abordados por los seis grupos de trabajo que fueron predefinidos para cada una de las siguientes áreas temáticas: trastornos de la conducta alimentaria, prevención de autolesiones y riesgo suicidio, adicciones a sustancias y comportamentales, estados mentales de alto riesgo y primeros episodios psicóticos en población infanto-juvenil, trastornos de la conducta y condición del espectro autista.
Con base a este análisis, el informe incluye una serie de recomendaciones «a fin de dar respuesta a las demandas sociales y desafíos detectados en relación a la atención y cuidados especializados enfermeros imprescindibles para la mejora de la salud mental, y la salud en general, infanto-juvenil, promoviendo además un entorno más favorable para el desarrollo psicoemocional, físico, social y espiritual de esta población y las familias».
Entre estas recomendaciones a nivel macro, se encuentra incrementar el presupuesto destinado al cuidado de la salud mental, y muy particularmente, el gasto en protección social para abordar la pobreza infantil y otros factores de riesgo a gran escala; crear un Observatorio Estatal de salud mental infanto-juvenil, como herramienta de información y fuente de difusión del conocimiento específico para esta población; y crear guías y protocolos unificados sobre cuidados enfermeros en población joven con problemas de adicciones, especialmente las comportamentales.
A nivel meso, fortalecer los programas y servicios enfermeros de promoción, prevención, detección precoz, atención y cuidados a la salud mental para los niños, niñas y adolescentes en ámbito de la Atención Primaria y los sistemas sanitarios autonómicos; e implementar el rol clave de la enfermera especialistas de Salud Mental en el ámbito educativo para la promoción de la salud mental de niños, niñas y adolescentes, siendo urgente optimizar las competencias de estas profesionales como referentes en este ámbito.
Por último, y entre otras recomendaciones que este informe señala a nivel micro, están Integrar intervenciones de prevención universal, selectiva o indicada en entornos cotidianos, pudiendo aumentar la salud mental positiva y contribuir a mejorar los resultados sanitarios, sociales y académicos para niños, niñas y adolescentes; y desarrollar programas de formación en salud mental en colegios e institutos, dirigida tanto al profesorado como a las familias, en relación con identificación y regulación de emociones, respeto a la diversidad, etc.