En este sentido, el programa se centra en la colaboración entre profesionales de enfermería, farmacia y medicina e instituciones sanitarias como el propio Servicio Andaluz de Salud, las sociedades científicas y los colectivos de representación profesional para mejorar la atención de los pacientes. «Es un gran paso que los representantes de las principales categorías profesionales sanitarias colaboremos para formar e informar a los pacientes como agentes activos sobre alternativas, beneficios, riesgos o guías de autoayuda para que dejen de ser dependientes de benzodiazepinas», ha explicado Carrasco.

«Durante la pandemia se detectó un importante aumento en el consumo de antidepresivos y ansiolíticos de la familia de las benzodiazepinas como el clonazepam, alprazolam, bromacepam; y como responsables de la salud pública es nuestro deber trabajar para prevenir los riesgos del abuso de ingesta de psicofármacos» ha declarado el presidente del Consejo Andaluz de Enfermería.

Radiografía del consumo de psicofármacos

En Andalucía, 1 de cada 10 personas es consumidora crónica de estos fármacos y el 50% son personas mayores de 65 años. Con la campaña de concienciación se pretende hacer un menor uso de estos fármacos.

De hecho, en este sentido el CAE insiste en que el tratamiento con benzodiazepinas no debería ser el tratamiento de primera elección, sino un tratamiento alternativo en algunos casos concretos. «En el último informe de la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios de 2019 se concluyó que el consumo se había ido incrementado de manera sostenida desde los años 90, situándonos muy por encima de la media europea», ha añadido Carrasco.

Además, desde el colectivo insisten en que las benzodiazepinas presentan un grave riesgo de efectos adversos en personas mayores de 65 años, incluyendo el deterioro cognitivo, reducción de la movilidad y de las habilidades para conducir, así como mayor riesgo de caídas.

Por último, el CAE recuerda que las recomendaciones de expertos incluyen intentar terapias no farmacológicas de la ansiedad y el insomnio, así como utilizar inhibidores selectivos de recaptación de serotonina (ISRS) para los trastornos de ansiedad y trazodona u otros fármacos para el insomnio.

‘BENZOSTOP JUNTOS: Vivir sin tranquilizantes es posible’

Este proyecto se consolida como una adaptación de una iniciativa implementada en el ámbito de la salud en Canadá y que, tras su utilización, obtuvo resultados positivos. Además, la misma experiencia fue implantada en cinco centros de salud de Andalucía, repercutiendo en mejoras en la calidad de vida y conocimiento social de este fármaco.

En líneas generales, este proyecto pretende fomentar el conocimiento sobre las benzodiazepinas, así como sus alternativas y posibilidades para la deshabituación. Además, el programa recoge una prueba para medir el grado de dependencia en Andalucía bajo el objetivo de adaptar las acciones a las necesidades reales de la población.

Por último, cabe destacar que los ciudadanos destinatarios de esta campaña serán usuarios sin trastorno mental grave con un uso crónico de benzodiacepinas para tratar la ansiedad y/o el insomnio, que acudan a las consultas de atención primaria y a las oficinas de farmacias comunitarias, donde se les dará a conocer el material educativo BENZOSTOP JUNTOS: Vivir sin tranquilizantes es posible.

Pilotaje en cada una de las provincias de Andalucía

La campaña comenzará a extenderse progresivamente y, en su fase inicial, se ha seleccionado un centro de Atención Primaria por cada provincia. De forma previa, se ha realizado además un pilotaje en cinco centros de salud y las farmacias comunitarias del entorno del Distrito Sanitario Sevilla en el que, gracias al apoyo conjunto de profesionales médicos, enfermeros y farmacéuticos, se ha disminuido el uso crónico de benzodiacepinas en 1 de cada 3 consumidores a los 6 meses de la intervención, mejorando la calidad de vida y el conocimiento sobre estos fármacos.

Para lograr el éxito de esta campaña, la Consejería de Salud y Familias y el Servicio Andaluz de Salud ha considerado implantarlo de manera conjunta con el Consejo Andaluz de Colegios Oficiales de Farmacéuticos y contar con el apoyo de Consejos de colegios profesionales, sociedades científicas relacionados con el uso de estos medicamentos y asociaciones de consumidores, así como profesionales sanitarios especialmente del ámbito de la Atención Primaria y la oficina de farmacia comunitaria. Por este motivo, se ha invitado a diversas entidades a participar en esta iniciativa mediante la inclusión de su logo en el material educativo. El grado de respuesta que se ha alcanzado ha sido amplísimo, de esta forma, la campaña cuenta con el apoyo de la Sociedad Andaluza de profesionales de Salud Mental (AAPSM), Asociación Andaluza de Enfermería Comunitaria (ASANEC), Asociación para la Defensa de Consumidores y Usuarios de Bancos, Cajas y Seguros (ADICAE), Consejo Andaluz de Colegios Oficiales de Médicos (CACM), Consejo Andaluz de Colegios Oficiales de Enfermería (CAE), Consejo Andaluz de Colegios Oficiales de Farmacéuticos (CACOF), Dirección General de Consumo (Consumo Responde) y Escuela de Pacientes, FACUA Andalucía, Consumidores en Acción, Sociedad Andaluza de Medicina Familiar y Comunitaria (SAMFyC), Sociedad Andaluza de Farmacéuticos de Atención Primaria (SAFAP), Sociedad Española de Farmacia Comunitaria (SEFAC), Sociedad de Farmacéuticos de Atención Primaria (SEFAP), Sociedad Andaluza de Médicos de Atención Primaria (SEMERGEN), Sociedad Andaluza de Médicos Generales y de Familia (SEMG) y el Plan Integral de Salud Mental de Andalucía (PISMA).