Las enfermeras y enfermeros de Córdoba han expresado en esta encuesta la insostenible situación que están viviendo cada día en sus centros de trabajo: la falta de equipos de protección individual (EPI) es tal que, denuncian, tienen que reutilizar el poco material que disponen, con el consecuente riesgo que esto entraña para su salud, la de sus familiares y la de los pacientes.
Un terrible escenario que ha desembocado en que el 7% de estos profesionales cordobeses, cuyo número asciende a 5.000 en la provincia, haya sido afectado por el Covid-19. En total, hasta 350 profesionales. De ellas, un 4% afirma tener síntomas aunque sigue trabajando, y menos de un 3% permanece en cuarentena.
Además, tal y como han mostrado las enfermeras y enfermeros encuestados, a solo el 18% del personal se le ha realizado el test, por lo que la cifra de afectados podría ser superior.
Para el presidente del Colegio de Enfermería de Córdoba, Florentino Pérez Raya, “como siempre, las enfermeras cordobesas están siendo un ejemplo de profesionalidad y entrega pero las están mandando a una guerra con armas de papel, una situación que supone una auténtica falta de respeto a la inconmensurable labor estos profesionales y que entraña un riesgo evidente para su salud y la de sus allegados”.
Esta circunstancia refuerza la decisión que tomó el Colegio de Enfermería de Córdoba de dedicar la totalidad de las cuotas de colegiación del mes de abril a la compra de material de protección para las enfermeras y enfermeros de la provincia de Córdoba. Una decisión sostenida tras conocer que más del 85% de los profesionales de enfermería cordobeses considera que en los centros sanitarios de la provincia se trabaja con poco o ningún material de protección.
Estos datos han sido extraídos de una encuesta realizada por el Grupo Análisis e Investigación a unas 500 enfermeras y enfermeros de la provincia entre el 3 y 4 de abril.